HISTORIA
El Dr. H.C. Samuel Joaquín Flores en 1993 decide formar una instancia rectora y coordinadora de las Instituciones Educativas Hermosa Provincia, llamada Recab de México, A.C., una Asociación Civil que tiene la encomienda de hacer crecer los Planteles Educativos, coadyuvando fielmente con sus ideales.
Con esta tendencia a la mejora continua, Recab de México A. C. coadyuva al fortalecimiento de estos Planteles Educativos para convertirlos en espacios académicos dignos, en los que la ciencia y la filosofía cristiana son los valores que se unen para ser los principios rectores en la noble tarea de educar a la sociedad con el conocimiento y el ejemplo en la práctica cotidiana.
Recab de México, A. C., al inspirarse en el modelo cristiano, aspira llegar a ser una excelente institución de enseñanza básica, media y superior, sensible a las necesidades de la comunidad; que ofrezca servicios que satisfagan las expectativas de calidad en Educación Integral, con un personal que labore en armonía, perfeccionando siempre los procesos encaminados a garantizar la excelencia, trabajando en estrecha relación entre las áreas operativas y la normatividad establecida; pero sobre todo esforzándose por consolidar el ejemplo de la mística de servicio; de manera que el Consejo, el personal Directivo, Académico, Administrativo y la Comunidad estudiantil, se sientan orgullosos de ser parte de esta Institución que adquiere la responsabilidad de ser paradigma y motivación de las generaciones presentes y futuras; ya que además pretende incluir programas de extensión académica abierta y a distancia, así como legar el nombre e ideales a sus educandos y, llegar a ser reconocidos por nuestra calidad y excelencia educativa; por cuanto permanecemos leales a nuestra misión, principios y valores cristianos.
Los principios que inspiran los objetivos de Recab de México, A. C., se basan en los conceptos morales y civiles de la Iglesia La Luz del Mundo, A. R.; actitudes de vida que orientan una conducta enmarcada en los paradigmas cristianos de la cooperación, el servicio y la generosidad; ejercitados en la práctica continua de las libertades de pensamiento, credo y asociación; en irrestricto respeto de la dignidad humana, en la que no existe discriminación étnica, política, religiosa ni social. Creyendo que la ciencia es un don de Dios, cuyos conocimientos deben servir a las más grandes causas de la humanidad, favoreciendo el progreso, sembrando la paz y la fraternidad entre los pueblos.
